UNA INCLASIFICABLE FÁBULA TAN BELLA COMO PERTURBADORA Una niña inmóvil yace en un campo primaveral. En ese mismo lugar, surge una pequeñacomunidad como recién salida de un cuento de hadas. Pero el encanto ydulzura que emanan empiezan a ensombrecerse por mareas oscuras ytechos que gotean, mientras la diminuta Aurora hace todo lo posiblepor evitarlo. El mundo de fantasía se derrumba y lo atroz se cuela por sus márgenes, incapaces ya de contener tanta crueldad. Con clarasreminiscencias de Tim Burton y Alicia en el País de las Maravillas,Fabien Vehlmann (El dios salvaje) y el dúo artístico Kerascoët noshacen bailar hipnóticamente al son de una parábola visualmenteangelical que se irá desnudando hasta mostrarnos su lado mástenebroso.