Benjamín va a pasar el verano a África, a la casa de su tío Sebastián, cerca de la zona donde dos años antes murió su padre en un accidente de avión. Durante su estancia en Gabón, Benjamín recupera la memoria de su padre, aprende a conocerse a sí mismo y a los demás, y vive su primera historia de amor. Como le dice su tío, África cambia a las personas, y él no es una excepción.