Todos podemos ser escultores de nuestro propio cerebro (si nos loproponemos) «Nazareth Castellanos te deja claro, casi como si tecontara un cuento, que ni sospechamos la relación que hay entrenuestro cerebro y el resto de nuestro cuerpo». Borja Hermoso, Laconversación infinita El cerebro es un órgano plástico, que puede seresculpido con la intención y la voluntad como herramientas. Conocer su capacidad para aprender y adaptarse al entorno es descubrir aquelloque nos construye desde fuera. Pero, paradójicamente, es esa mismaplasticidad neuronal la que nos brinda la oportunidad detransformarnos desde dentro. En este libro, Nazareth Castellanos seasoma a la filosofía de Martin Heidegger y propone tres pilaresfundamentales en los que se sustenta la experiencia humana: construir, habitar y pensar. El relato comienza exponiendo la huella que losancestros y las relaciones personales han dejado en la construcción de nuestro propio cerebro, para luego adentrarse en la posibilidad dereconstruir la arquitectura neuronal mediante la voluntad, algo paralo que la respiración es una herramienta esencial, pues establece unp