Los Burke se han dedicado en cuerpo y, sobre todo, en alma, a hacer de Edimburgo un mausoleo de espíritus a los que recurrir para llevar a cabo sus trapicheos: encantar casas, poseer gente, instigar apariciones terroríficas... Todo lo que necesiten para hacer que los vivos les hagan favores y suelten dinero. Pero, una noche, las almas empiezan a desaparecer de la ciudad sin dejar rastro. Adamina, jefa actual de los Burke, tendrá que recurrir a Catriona, una joven doctoranda en parapsicología para que la ayude a esclarecer quién o qué se ha llevado a sus fantasmas.