La maldición se ha roto, pero Katrina sigue atormentada por lainquietante nota que recibió. Empieza un nuevo semestre en la ciudadcostera de Constantine, pero todavía no ha superado todos losacontecimientos que pasaron en esa ciudad y no es capaz de admitir que puede que nunca vuelva a ser la misma después de aquella noche en elbarco de Valdez.Mientras tanto, Milo se está adaptando a su segundaoportunidad, pero la conciencia de su pasado pirata aún pesa sobre sualma. Cuando Katrina recibe otra escalofriante carta, se le encomienda una carga que requerirá un viaje a través del marà y él está decidido a no dejar que la afronte sola.Pero a medida que el mundo de Milo sedesmorona y Katrina lucha contra sus nuevos demonios internos,contener la ira del océano será el menor de sus problemasà porque lassombras del pasado pueden no estar tan lejos como parece.Porque hastalas aguas más tranquilas se pueden volver un pocoà retorcidas.